PARA LA BASE
150 g de galletitas de agua de bajo tenor graso
40 g de margarina untable light
4 cucharadas de avena arrollada
PARA EL RELLENO
2 sobres de gelatina sin sabor
10 g de edulcorante apto para cocción
2 huevos
200 cc de jugo de la cocción de los membrillos
250 g de ricota descremada
500 g de queso blanco descremado
200 g de puré de membrillo
PARA LOS MEMBRILLOS
1 kg de membrillos
1 rama de canela
2 clavos de olor
1 cáscara de limón
edulcorante a gusto
1 botella de vino rojo
Moler las galletitas y mezclarlas con la margarina y la avena.
Formar un granulado y acomodarlo en la base de una tortera desmontable de 24 cm de diámetro.
Calentar el jugo de cocción de los membrillos con el edulcorante y, cuando hierva, retirarlo y volcarlo sobre las yemas.
Disolver la gelatina y agregarla al puré de membrillos.
Incorporar el queso mezclado con la ricota.
Por último, incorporar las claras batidas a punto nieve.
Volcar la preparación en el molde y dejarla enfriar 3 horas en la heladera.
Hervir los membrillos durante 5 minutos.
Retirarlos, pasarlos por agua helada, pelarlos y retirarles las semillas.
Cortarlos en cuartos y acomodarlos en una fuente térmica.
Cubrirlos con el resto de los ingredientes y cocinarlos hasta que estén tiernos en el horno suave.
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