3/4 taza de queso blanco descremado
3/4 taza de ricota descremada
1 cucharada de edulcorante en polvo
ralladura y jugo de 1 limón
1 sobrecito de gelatina sin sabor
2 claras
500 g de frutillas
Batir la ricota con el queso blanco y el edulcorante hasta obtener una crema homogénea.
Agregar la ralladura y el jugo del limón.
Hidratar la gelatina con algo de agua y disolverla a baño María.
Mezclar la gelatina con la preparación anterior.
Batir las claras a punto nieve e incorporar al preparado de queso de manera envolvente.
Cortar en láminas la mitad de las frutillas y forrar con ellas moldecitos con forma de corazón.
Rellenar los corazones con la mousse de limón y llevar a la heladera durante 2 horas.
Hacer un licuado espesor con los 250 g de frutillas restantes.
Servir los corazoncitos con este coulis de frutillas.
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