3/4 taza de azúcar
2 vainas de vainillas abiertas a lo largo
1 taza de leche
6 yemas de huevo poco batidas
2 tazaas de nata líquida
salsa de caramelo y barquillos para decorar
Coloque el azúcar y las vainas de vainilla en un cuenco mediano resistente al calor y agregue la leche.
Ponga el cuenco sobre una cacerola con agua hirviendo y remueva la mezcla de leche hasta que hierva.
Retire la leche del fuego.
Coloque las yemas de huevo en un cuenco resistente al calor.
Añada la leche a las yemas de forma gradual y bátalo bien.
Vuelva a colocar la mezcla al baño María, a fuego lento, y vaya removiendo hasta que la mezcla se adhiera al dorso de
la cuchara.
Retírela del fuego y déjela enfriar.
Cubra la crema de vainilla con film transparente para evitar que se forme una película.
Mezcle la nata con la crema de vainilla, ya fría, y refrigérelo al menos 2 horas.
Retire las vainas de vainilla de la crema y ralle únicamente las semillas sobre la mezcla.
Vierta la crema de vainilla en una heladera y bata unos 30 minutos o hasta que el helado adquiera consistencia.
PREPARACIÓN A MANO
Siga las instrucciones hasta refrigerarlo por 2 horas.
Vierta la mezcla en una bandeja de metal para congelado y congélela entre 2 y 3 horas o hasta que se solidifique por los
bordes.
Retírela, viértala en un cuenco mediano y bata con una batidora eléctrica hasta que la mezcla esté cremosa.
Vuelva a colocarla en la bandeja para congelador y congélela entre 3 y 4 horas o hasta que adquiera consistencia.
Si lo desea sirva el helado con salsa de caramelo o barquillos.
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